Autoestima

Fecha de publicación: Aug 01, 2017 5:46:53 PM

Dr. Víctor H. Loo A.

Esp. Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia

Consultorio: Buen Tono 348, Col. Industrial. GAM.

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     La autoestima es entendida como la percepción o evaluación de si mismo, de nuestra manera de ser, de los rasgos de nuestro cuerpo, de nuestro carácter y da sentido a nuestra valía personal. La diada madre-niño, la familia y el contexto social tienen consecuencias importantes en la base del desarrollo de una buena autoestima que permeará todas las etapas de vida del individuo. Fortaleciendo el vínculo seguro y una buena capacidad de resiliencia permiten hacer frente a eventos estresantes o de pérdida. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima.

    El conocimiento que se tiene en el ámbito de la experiencia temprana nos permite emplear dispositivos para un buen desarrollo y tener niños sanos, mejor preparados, seguros de sí mismos, satisfechos y felices. Tanto los estudios de Abraham Maslow en su jerarquía de las necesidades humanas, como los estudios de John Bowlby sobre una base segura, nos permiten tener conocimiento del aprecio de uno mismo (amor propio, seguridad, confianza, etc.) y del respeto y estimación que se obtienen de otras personas (reconocimiento, aceptación, etc.). 

    Así también, estudios como los de Carl Rogers psicólogo humanista nos exponen problemas de muchas personas que se desprecian y se consideran seres sin valor e indignos de ser amados. Nos encontramos en una realidad en que las pérdidas ocurren; las familias se separan, y alguno de los progenitores muere o se aleja, o no tiene una frecuencia de visitas adecuada, dejando a los hijos desde edades tempranas al cuidado de otras, con la angustia que esto conlleva en los padres, y a su vez, en los niños generación de miedo y hasta el colapso de los mecanismos para tolerar la frustración y la pérdida de confianza por tener un cuidador impredecible y asustante, con ulteriores problemas en la edad escolar por su falta de capacidades sociales, cognitivas y de una autoestima favorable.

    "Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime.": Psicología humanista.

    

    La dignidad se basa en el reconocimiento de la persona y todos merecemos respeto sin importar cómo seamos. La valoración que se hace de uno mismo no se puede desligar de la dignidad. La Dignidad Humana es un derecho fundamental y hace referencia al valor inherente al ser humano por el simple hecho de serlo, en cuanto ser racional es dotado de libertad, ya sea varón o mujer, niño o anciano, enfermo o sano, religioso o ateo, malvado o benevolente, blanco o negro, etc., es siempre digno.

    La idea de dignidad personal nace en el origen del cristianismo. El hombre, al considerarse "creado a imagen y semejanza de Dios", se considera un sujeto libre y por lo tanto responsable de sus actos. Una persona digna puede sentirse orgullosa de las consecuencias de sus actos, cultivando la buena autoestima, su valía personal, su amor propio en control y auto-regulación, de manera responsable sin caer en los excesos que fomenten el orgullo, y sin la sensación de tener derechos exclusivos o privilegios.

    Sólo el que sabe y puede gobernarse a sí mismo, según un principio racional, resulta un sujeto libre y autónomo. La educación y el desarrollo de la personalidad juegan un papel importante para el auténtico ejercicio de la libertad en la expresión de las facultades específicas del espíritu humano, como son; la inteligencia y la voluntad. Así, el valor humano es respetable siempre porque puede ser algo más que vida, es vida con sentido. La persona al sentirse digna y libre se afirma en la virtud, en ese valor de verdad como cualidad individual y concreta, donde la existencia no depende de su reconocimiento, sino del gozo y paz al vivirla con plenitud y satisfacción.

 

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