Prematurez

La prematurez considera la condición de bebés nacidos antes de la semana 37 de gestación,  lo que indica un riesgo para la sobrevida del neonato.

Es posible que los bebés "prematuros tardíos" que nacen entre las semanas 35 y 37 de gestación no luzcan prematuros. Los problemas de salud en la madre como diabetes, cardiopatía y nefropatía pueden contribuir a las contracciones prematuras. A menudo la causa de esto se desconoce. Los embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc.) conforman alrededor del 15% de la prematurez.

Diferentes problemas relacionados con el embarazo incrementan el riesgo de contracciones prematuras o el parto prematuro:

Otros factores que incrementan el riesgo de contracciones prematuras y un parto prematuro abarcan:

Estudios demuestran que los niños de extrema prematurez presentan un aumento del riesgo de TDAH, trastornos emocionales y trastornos del espectro autista a la edad de 11 años.

Los importantes avances en las salas de cuidados intensivos de neonatales a permitido un incremento importante de las tasas de superviviencia de niños de extrema prematurez. Estudios han demostrado que prematuros menores a 26 semanas de gestación o con un peso extremadamente bajo al nacer, menor de 1 kg presentan un riesgo elevado de morbilidad cognitiva, neuromotora y sensorial, que se da, a la edad de 11 años, en hasta un 50%.

A la parálisis cerebral grave, la ceguera y la sordera se ha sumado como discapacidad prevalente el deterioro cognitivo con deficiencias en diversos procesos visuoespaciales, en las capacidades sensitivomotoras y en la atención y las funciones ejecutivas que da lugar a problemas de aprendizaje en el 40% de los escolares.

También en estos niños prematuros se observa un exceso significativo de problemas conductuales y emocionales, en las áreas de la atención, concentración y relaciones sociales con sus pares. Se han descrito hasta un 31% de síntomas de TDAH en los supervivientes.

Asi se han observado niños con prematurez extrema, y en estudios recientes se identifica un aumento de la prevalencia de las dificultades sociales y de comunicación y de los síntomas del trastorno del espectro autista.

En cuatro estudios en los que se han utilizado evaluaciones psiquiátricas diagnósticas, se ha descrito una prevalencia del 22% al 28% de los diagnósticos clínicos en niños de bajo peso al nacer (<2.000 g) y de muy bajo peso al nacer (<1.500 g) en edad escolar, siendo el riesgo más alto para los trastornos de ansiedad y TDAH.

Fuentes:

MedlinePlus (26 sep, 2012).

 

Johnson S, Hollis C, Kochlar P, et al. Psychiatric disorders in extremely preterm children: longitudinal finding at age 11 years in the EPICure study. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 2010;49;453-463.