Patología
Patología es el estudio de los mecanismos de las enfermedades y es fundamental para la práctica de la medicina. La palabra patología significa estudio de la enfermedad y se origina del griego, específicamente de las raíces etimológicas πάθος (pathos), que significa enfermedad y λογία (logía), que significa estudio o tratado.
La patología es la rama de la medicina encargada del estudio de las enfermedades en los humanos. De forma más específica, esta disciplina se encarga del estudio de los cambios estructurales bioquímicos y funcionales que subyacen a la enfermedad en células, tejidos y órganos. La patología utiliza herramientas moleculares, microbiológicas, inmunológicas y morfológicas para tratar de explicar la etiología y manifestaciones clínicas (signo y síntoma) que presentan los pacientes, al tiempo que propone bases racionales para el tratamiento y profilaxis. Suele considerarse como el enlace entre las ciencias básicas y las ciencias clínicas.
Por convención, la patología suele dividirse para su estudio en dos grandes ramas: la patología general, que se ocupa de las reacciones de las células y tejidos frente a estímulos anormales y defectos genéticos; y la patología sistémica, que analiza las alteraciones de órganos y tejidos especializados.
El proceso patológico está compuesto de cuatro aspectos principales: etiología, patogenia, cambios morfológicos (alteraciones morfológicas) y manifestaciones clínicas (alteraciones funcionales). La base de este razonamiento fue introducida por Rudolf Virchow, el padre de la patología moderna, en el siglo XIX quien afirmaba que "Todas las formas de la enfermedad son el resultado final de las alteraciones moleculares o estructurales de la célula".
En sentido estricto, patología se refiere a quien estudia los mecanismos de una enfermedad y a quien se encarga de ello, se le llama patólogo. Sin embargo, tradicionalmente se utiliza el término a quienes participan en la elaboración de diagnósticos en un hospital o que investigan en un departamento de patología.
Subespecialidades:
Patología celular, incluidas histopatología (estudio de los tejidos) y citopatología (rama en la cual los diagnósticos se hacen estudiando las células de manera individual).
Anatomía patológica término que se refiere a la disección post mortem, y a la patología forense, la cual es la rama relacionada con los exámenes medico-legales que se realizan post mortem. Éstas se llevan a cabo en el ámbito jurídico.
Microbiología es el estudio de las enfermedades infecciosas y sus causas. Se subdivide en bacteriología, virología, micología (estudio de los hongos) y protozoología (estudio de las infecciones por protozoarios).
Hematología es el estudio de las enfermedades de la sangre en un laboratorio. También es una disciplina clínica; quienes la ejercen atienden a pacientes que presentan trastornos de ese tipo. La mayoría de los hematólogos trabaja tanto en una clínica como en el laboratorio.
Patología química o bioquímica clínica es el estudio de la química sanguínea, usualmente a través de la valoración de las concentraciones de sustancias, electrolítos, enzimas, lípidos y oligoelementos, entre otros, ya sea en la sangre o la orina. La sofisticación creciente de los requerimientos analíticos a menudo produce que esta disciplina se encuentre a la vanguardia de las nuevas tecnologías.
Inmunología es el estudio de las defensas del huésped contra agentes externos. Muchos de estos agentes son microbiológicos, pero algunos otros son químicos, por ejemplo, productos alimenticios. También es el estudio de la autoinmunidad, cuando los sitemas de defensa del cuerpo se vuelven contra el mismo.
Genética es el estudio de la herencia de características y de enfermedades, o de la predisposición a enfermedades. Los genetistas clínicos, al igual que los hematólogos, atienden a pacientes, y los genetistas de laboratorio aplican las técnicas tradicionales de cariotipificación, el examen microscópico de cromosomas en células en mitosis y toda la gama de técnicas moleculares modernas, como reacción en cadena de polimerasa, hibridación in situ fluorescente, elaboración de perfiles de expresión de genes y secuenciados de DNA.
En suma, la patología es el estudio de la enfermedad. El examen a simple vista y el examen al microscopio óptico son los recursos tradicionales del patólogo. La patología celular siendo siendo crucial para la evaluación clínica del paciente antes de que se le ofrezca un tratamiento definitivo. La patología celular, la cual comprende tanto la histopatología como la citología, es esencialmente una disciplina enfocada a la obtención de imágenes.
Patología celular.
La teoría de la patología celular fue enunciada por Virchow en 1858. Debido a la incorporación de la biología a la patología, donde se establece que las células son las unidades mínimas de estructura, que siempre se derivan de otra célula, éstas conservan su capacidad para sobrevivir como individuos. Con estos datos Virchow estableció que la enfermedad debe estudiarse a nivel celular; la teoría celular de la enfermedad toma en cuenta dos postulados:
La patología debe de referirse finalmente a la célula porque esta es la unidad más sencilla de organización biológica capaz de tener vida independiente.
Ciertos procesos patológicos solo ocurren en la célula, debido a que afectan sus propias funciones, estas alteraciones pueden ser: específicas e inespecíficas.
Específicas: son las funciones que requieren la presencia de células para manifestarse como la meiosis y la mitosis, el crecimiento y la diferenciación, la integración de células heterogéneas para construir tejidos y órganos funcionales.
Inespecíficas. son procesos que no necesitan de células para llevar a cabo su función como la respiración, metabolismo energético, recambio metabólico, regulación de transporte a través de membranas.
Procesos degenerativos. Estos afectan funciones inespecíficas, que casi siempre están deprimidas, poseen alteraciones morfológicas visibles, pueden ser reversibles e irreversibles, en general no afectan el genoma de la célula.
Enfermedades celulares. Afectan funciones específicas, que pueden estar deprimidas, aumentadas o desviadas tiene alteraciones morfológicas inconstantes y poco aparentes, en general no son reversibles, presenten cambios en el genoma de la clon afectada.
Patología subcelular.
La patología subcelular abarca las alteraciones que sufren las estructuras intracelulares, trayendo como consecuencia alteraciones funcionales de etiología diversa.
Alteraciones de los organelos celulares:
Membrana molecular.- se puede alterar presentando cambios en la estructura o no presentar estos cambios. Los cambios pueden ser estructurales o no estructurales (funcionales). También por engrosamiento de la estructura trilaminar, perforación de la membrana celular y/ó por aumento del glucocalix.
Mitocondrias.- Megamitocondria, tumefacción mitocondrial e hiperplasia mitocondrial.
Lisosomas.- Pueden considerar dos grupos: por deficiencia (chediak, Higashi) y por exceso (artritis reumatoide) de sus funciones. Las primeras son congénitas con alteraciones en la función digestiva de partículas exógenas o deficiencia en el metabolismo intermediario de los compuestos enzimáticos; y las segundas adquiridas donde las enzimas lisosomales escapan de la célula y producen daño tisular localizado.
Retículo endoplásmico.- RE Rugoso puede presentar trastornos estructurales y funcionales: hiperplasia, atrofia, cocleosomas, degranulación, fragmentación y vesiculación. RE Liso también puede presentar trastornos estructurales y funcionales: hiperplasia, dilatación, agregados tubulares.
Patología Molecular.
La Patología Molecular es un campo multidisciplinario que se centra en la enfermedad a nivel submicroscópico, molecular, y los elementos que se analizan básicamente son los ácidos ribonucéicos (ARN) y desoxirribonucléico (ADN), a partir de muestras de tejidos (especímenes de biopsias o autopsias) o células (exámenes citológicos). En patología molecular se estudian los padecimientos en los cuales el trastorno primario afecta a una o más moléculas proteicas. Todas las enfermedades moleculares son alteraciones primarias de la estructura y función de las proteínas.
"la alteración primaria es un cambio estructural o la ausencia de una o más moléculas, lo que resulta en modificación funcional de las moléculas afectadas o la falta completa de su función": Paulín y cols. 1949.
Postulados: "casi todas las enfermedades moleculares son de 2 tipos:
1) anomalías genéticas de estructura y/o metabolismo de proteínas o,
2) trastornos adquiridos secundarios a la acción tóxica de sustancias químicas".
Las pautas de manejo de los especímenes y las técnicas de biología molecular que se utilizan en Patología Molecular han sido desarrolladas en laboratorios de investigación. Estas han sido adaptadas a las muestras propias del trabajo anatomo-patológico, es decir a muestras de tejidos y citológicas, ya sean especímenes frescos sin ningún tipo de fijación, o muestras preservadas en diversos fijadores y bajo diversas condiciones. El ADN en su forma pura es estable a temperatura ambiente por años. Sin embargo, las endonucleasas presentes en las células pueden degradar el ADN en fragmentos pequeños, intefiriendo con los resultados de su examen. Aunque el ARN también es estable en forma pura, se degrada muy fácilmente en presencia de la enzima ribonucleasa, que se encuentra en altas cantidades en algunos tejidos e incluso está presente en el medio ambiente.
En resumen, una enfermedad molecular es la suma total de las alteraciones que resultan de la anomalía primaria en la estructura y función de una o más proteínas; esta anomalía primaria puede ser determinada genéticamente o ser causada por la acción tóxica de sustancias químicas.
En el caso de los padecimientos congénitos y adquiridos. En los congénitos el producto génico es anormal por mutación o cambio en el DNA. En las adquiridas el DNA es normal, el producto génico se sintetiza de forma normal pero sufre cambios patológicos al reaccionar con la sustancia química tóxica.
Técnicas utilizadas en patología.
Microscopía electrónica.- Las aplicaciones anatomopatológicas de esta técnica se desarrollaron en el decenio de 1960, cuando la tecnología para "ver" tejidos por medio de haces de electrones, en vez de con luz visible, estuvo disponible. De esta manera se hizo posible identificar organelos celulares y, de hecho, definir su subestructura para facilitar el diagnóstico preciso de los tipos de tumores y determinar la estructura de las proteínas, como el amiloide.
Inmunohistoquímica.- Esta técnica evolucionó en la década de 1980 y tuvo un mayor impacto a partir de que el profesor César Milstein desarrollara los anticuerpos monoclonales. Se basa en la propiedad de los anticuerpos para unirse de manera específica a antígenos relacionados con las células. La marcación fluorescente, radioactiva o enzimática de esos anticuerpos permite identificar sustancias específicas y localizarlas en cortes de tejido o en preparaciones citológicas. Lo cual resulta particularmente útil para el diagnóstico de tumores, en cuyo caso es importante clasificarlos con base en la diferenciación que presentan, de manera que se pueda proporcionar el tratamiento más apropiado.
Patología molecular.- Las técnicas moleculares en lugar de intentar identificar proteínas en una célula, puede identificarse la expresión de los genes responsables extrayendo de las células el mRNA o localizarlo en ellas mediante técnicas de hibridación in situ. Además, puede detectarse la expresión de genes anormales; por ejemplo, en varias formas de linfoma no Hodgkin, ciertos reordenamientos genéticos específicos parecen ser la causa de la proliferación del tumor; su identificación permite tipificarlo con exactitud. Gracias a los grandes avances en la patología, esta disciplina es clave para la investigación traduccional, y debe mantenerse a la vanguardia de los avances médicos.
Examen post mortem.- La imagen popular de un patólogo es la de un individuo que determina la causa de la muerte, en especial cuando se sospecha de un hecho delictivo. Desde los primeros días de la patología, el examen post mortem, ha sido importante para entender los mecanismos de la enfermedad que causa la muerte en el individuo.
El objetivo de un examen post mortem completo es analizar primero los aspectos externos del cuerpo, buscar lesiones, hemorragia, ictericia u otros estigmas de la enfermedad. Después se abre el cuerpo, se inspeccionan las cavidades y se extraen los órganos, para pesar y analizar cada uno, tanto en su exterior como en la superficie del corte. En circunstancias ideales y con la autorización debida, se toman pequeños fragmentos de los principales órganos y de los tejidos enfermos para la fijación y evaluación histológica, de modo de confirmar (o refutar) la impresión que se tuvo con la inspección a simple vista. Para un análisis detallado de algunos órganos, en especial el cerebro, es esencial que el órgano esté intacto, se preserve en formaldehido, y luego se corte en rebanadas delgadas para proceder al examen histológico, proceso que por lo general requiere cuando menos tres a cuatro semanas.
Referencias:
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http:/www.mhhe.com=medicina=mcphee49e
6. Raymond Tallis & Howoard M. Fillit Brocklenhurst´s Textbook of geriatric medicine and genontology. Ed. Elsevier Inc. New York. USA. 2009.
Dr. Víctor H. Loo A.
Esp. Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia