Trastornos cromosómicos
Trastornos cromosómicos.
Mutaciones.
Cambios genéticos. Los cambios genéticos que causan enfermedades varían desde un cromosoma adicional o faltante hasta un cambio de una base única en una secuencia de un gen.
Aneuploidía cromosómica. Este término hace referencia a un cromosoma adicional (trisomía) o a la falta de algún cromosoma (monosomía), que por ,lo general es consecuencia de una disyunción durante la meiosis. Casi todos los embarazos de fetos afectados por aneuploidía terminarán en aborto espontáneo, pues sólo algunas aneuplidías cromosómicas son viables. La aneuploidía autosómica más frecuente es la trisomía 21 (síndrome de Down). Las aneuploidías de cromosoma sexual de mayor frecuencia son el síndrome de Turner, en el cual una mujer sólo tiene un cromosoma X (45,X), y el síndrome de Klinefelter, en cuyo caso, el varón tiene dos cromosomas X y un cromosoma Y (47,XXY). Los cariotipos 47,XXX y 47,XYY por lo general se detectan como datos incidentales en el análisis cromosómico; los afectados no suelen mostrar características fenotípicas obvias, aunque puede tener anormalidades sutiles del desarrollo neurológico.
Translocaciones cromosómicas. Son intercambios de material cromosómico entre dos o más cromosomas. Si no hay pérdida ni ganancia importante de dicho material, se define como traslocación equilibrada, en caso contrario, como desequilibrada. Un embarazo cuyo feto tiene un complemento de cromosoma desequilibrado a menudo terminará en aborto espontáneo, a veces antes de que se detecte la gestación, pero en caso de que llegue a término, los efectos fenotípicos del desequilibrio que afecta a los autosomas varían mucho, si bien en general incluyen retraso del desarrollo, inclusive grave, además de malformaciones renales, gastrointestinales y cardíacas, con dismorfismo facial.
Traslocaciones robertsonianas. En una traslocación robertsoniana, los brazos largos de dos cromosomas acrocéntricas se unen y pierden los brazos cortos, los cuales contienen secuncias de ADN muy repetitivas y genes ARN ribosómicos, de modo que esta pérdida de material no causa fenotipos clínicos. En general, un individuo con traslocación robertsoniana es asintomático, pero podría ser (en especial en varones) presentar abortos espontáneos recurrentes (independientemente de que el portador de la traslocación sea la madre o el padre) o tener un hijo afectado por una aneuploidía cromosómica.
Traslocaciones recíprocas. En una traslocación recíproca, el intercambio de material es entre dos cromosomas, en general no homólogos; en la forma equilibrada tampoco suele haber efectos fenotípicos, aunque alguna vez la traslocación puede alterar un gen importante y provocar una enfermedad genética. Una persona con una traslocación recíproca equilibrada puede presentar esterilidad o abortos múltiples, o bien tener un hijo con diversas malformaciones y una traslocación desequilibrada.
Reordenamientos cromosómicos somáticos. Durante la mitosis pueden surgir aneuploidías y reordenamientos cromocómicos. En circunstancias normales, hay muchos sitios de control del ciclo celular en los cuales se identifica el desequilibrio cromosómico o se repara la célula o se produce apoptosis. Sin embargo, la pérdida de estos sitios de control y la acumulación subsiguiente de anormalidades cromosómicas es un mecanismo por el cual las células pueden empezar a mostrar transformaciones malignas, si bien rara vez ocurre una translocación somática que active un oncogén; un ejemplo clásico es el cromosoma Filadelfia.
Deleciones y microdeleciones cromosómicas. La deleción de un segmento de un cromosoma probablemente sea viable al microscopio si mide más de unas 5 megabases, en tanto que una microdeleción sólo se puede detectar por medio de técnicas más especializadas, como hibridación in situ fluorescente o hibridación genómica comparativa (CGH) de microarreglo.