
Una alteración psiquiátrica como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad vascular cerebral se encuentra entre las causas más comunes de demencia. Sin embargo, muchas otras enfermedades neurológicas y médicas producen también este síndrome.
La demencia es la primera causa de incapacidad en el adulto
mayor. La prevalencia de la demencia aumenta con la edad y es más común en la
mujer. La demencia puede ser progresiva, estática o en remisión. De los
diversos tipos de demencia la más frecuente es la Enfermedad de Alzheimer, y desde
la década de los 80s se reconoce como un problema mayor de salud mundial. El
grado de discapacidad depende no sólo de la gravedad de los deterioros
cognoscitivos del individuo, sino también de la disponibilidad de soporte
social.
La edad de inicio de la demencia depende de la etiología,
pero habitualmente es tardía, con mayor prevalencia por encima de los 85 años.
En los niños pequeños es difícil documentar el deterioro significativo de la
memoria y de las múltiples habilidades cognoscitivas necesarias para el
diagnóstico de demencia. Por lo tanto, el diagnóstico de demencia puede no ser
factible hasta que el niño es mayor (con frecuencia entre los 4 y 6 años) (1).
Se ha descrito una prevalencia de la demencia del 1% en la
población entre 60 y 65 años de edad, del 13% en la población entre 80 y 85
años de edad, y del 32% en la población de entre 90 y 95 años de edad; a partir
de ello, se obtiene una prevalencia global del 5% en adultos mayores de 65 años
de edad, que se eleva al 20% en adultos mayores de 80 años de edad (2). Asimismo,
en población adulta los estudios comunitarios prospectivos a 1 año estiman una
prevalencia de casi un 3% de deterioro cognoscitivo grave. En las formas
avanzadas de demencia los individuos pueden llegar a estar totalmente desconectados
del entorno y requerir cuidados constantes, son susceptibles a los accidentes y
a las enfermedades infecciosas, que con frecuencia producen un fatal desenlace (1).
Diversos estudios epidemiológicos han mostrado que la
prevalencia de la demencia, especialmente la del tipo Alzheimer, aumenta con la
edad. Las cifras de prevalencia oscilan entre el 1.4 y el 1.6% en individuos de
65 a 69 años, aumentando del 16 al 25% en los de edad superior a 85 años (1).
La Encuesta de Salud y Envejecimiento de Latinoamérica,
revela que el 11% de la población mayor de 60 años padece algún grado de
deterioro cognoscitivo. En México la prevalencia general del deterioro
cognoscitivo en población mayor de 65 años es de alrededor del 8% (3).
La prevalencia de las diversas causas de demencia (p. ej.,
infecciones, deficiencias nutricionales, lesiones traumáticas cerebrales,
enfermedades endocrinas, enfermedades cerebrovasculares, trastornos comiciales,
tumores cerebrales, abuso de sustancias) varía de forma sustancial entre
distintos grupos culturales.
En la mayoría de los estudios las mujeres parecen tener una
mayor incidencia, lo cual sugiere que la prevalencia incrementada no es debida
en su totalidad a una mayor longevidad (2).
Hay pocos estudios sobre la experiencia y necesidades de niños y jóvenes con
padres que padecen Demencia (4).
La demencia es poco frecuente en niños y adolescentes, pero
puede presentarse como resultado de enfermedades médicas (p. ej., lesión
cerebral, tumores cerebrales, infecciones por VIH, accidentes vasculares
cerebrales y adrenoleucodistrofias). La demencia en niños puede presentarse
como un deterioro de la actividad (como en los adultos) o como un retraso o una
desviación del desarrollo significativos. El deterioro del rendimiento escolar
puede ser el primer síntoma (1).
Se ha descrito una relación importante de los síntomas de la
demencia en edades tempranas y la Enfermedad Juvenil de Huntington. Es poco frecuente
y aparece antes de los 21 años de edad, heredada en el 80-90% de los casos. El
examen clínico de esta enfermedad muestra hipotonía, temblor postural e
intencional, rigidez de las extremidades, y ataxia. Las
imágenes cerebrales de resonancia magnética muestra reducción del
volumen del cerebelo. Análisis de ADN en un estudio reveló una
expansión muy grande y heterogénea (210-250 CAG) en un niño y una
expansión CAG del gen de la 43HTT de su padre, lo que demuestra
la inusual aparición de retraso global del desarrollo asociado con disminución
del volumen del cerebelo (5).
Citas:
1. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
DSM-IV-TR. José, López-Ibor Juan. Edición Española. El Sevier,
Masson. 2007.
2. Dementia: A NICE-SCIE Guideline on Supporting People
With Dementia and Their Carers in Health and Social Care. Health,
National Collaborating Center For Mental. National Clinical Practice
Guidelines 42. The British Psycological
Society and Royal College of Psychiatrists, 2007.
3. Deterioro
Cognoscitivo y Factores Asociados en Adultos Mayores en México. Cols.,
Mejía-Arango S. y. Salud Pública de México, 2007;49s4:S475-S481.
4. Young children in early-onset Alzheimer's disease
families: research gaps and emerging service needs. Gelman CR, Greer C.
Am J Alzheimers Dis Other Demen. 2011 Feb;26(1):29-35.
5. Juvenile Huntington disease in an 18-month-old boy
revealed by global developmental delay and reduced cerebellar volume. Nicolas
G, Devys D, Goldenberg A, Maltête D, Hervé C, Hannequin D, Guyant-Maréchal L.
Am J Med Genet A. 2011 Apr;155A(4):815-8.